Al estar el agua de la alberca expuesta a la intemperie, se encuentra vulnerable a sufrir cambios en su pH. Las impurezas y contaminantes introducidos por los bañistas suelen incrementar también la acidez del agua.
Por este motivo, es importante monitorear y ajustar periódicamente esta propiedad química en las albercas para mantenerla en el rango adecuado que proporciona la mayor comodidad a los usuarios. Los correctores de pH son las sustancias encargadas de llevar a cabo esta tarea, administrándolas adecuadamente.
Empleando los ajustadores de pH, conseguirás conservar las características del agua en condiciones ideales para los usuarios. Sus propiedades le permiten aumentar o disminuir la acidez del agua cada vez que sea necesario aplicar una medida correctiva. La falta de empleo de estos productos en las albercas es la principal razón de que los nadadores sufran de ardor en los ojos y la piel.
En realidad, un pH balanceado promueve un adecuado rendimiento del cloro para mantener el agua limpia y sanitizada, proporcionando mayor seguridad.
Los modificadores de pH son productos seguros y cómodos para emplearse, mismos que no alteran la apariencia del agua ni agregan olores de ninguna clase. Además, se disuelven con rapidez y no dejan rastros visibles. Estos químicos se venden en distintas presentaciones y varían en su efecto sobre el agua dependiendo de la característica que se quiere solucionar, ya sea que se necesite agregar o disminuir la alcalinidad de la piscina.