La mejor manera de conservar la temperatura y facilitar el mantenimiento de tu piscina es con el uso de cubiertas para albercas. Utilizar este tipo de protección evita que luego de haber sido llenada de agua, diversas partículas caigan en el líquido, con lo cual el riesgo de contaminación se disminuye.
Otra de las ventajas de las cubiertas es la reducción de gastos, pues los productos químicos aplicados para higiene o efecto abrillantador no son evaporados por el sol, por lo que la necesidad de su aplicación disminuye.
Existen diversas clases de estos accesorios, entre las que encuentran las automáticas, con las cuales el usuario no tiene que hacer un esfuerzo físico cada vez que requiera de colocarla sobre la alberca.
Existen además aquellas que poseen burbujas, las cuales mantienen contacto con el agua, tienen un tono traslúcido para que la temperatura pueda aumentar o mantenerse sin que el exceso de calor afecte los químicos que suelen verterse.
El espesor de estos productos por lo regular es delgado para que el peso sea mínimo. Por esta razón no utilizan materiales que incrementen su carga, conservando su cualidad de ligereza. Sin embargo, siempre se busca que estas materias primas sean de calidad para que su vida útil se alargue y los rayos de luz natural no las afecten, entre estos están el polietileno de baja densidad.
Se presentan en diversas dimensiones, adaptándose a las medidas de los distintos tipos de albercas. Para su uso contamos también con los enrolladores, mismos que aquí se incluyen.